30.5.08

¿Qué tanto dice tu ADN?

En 2003, la genética tuvo quizás el más grande logro en su historia moderna: el genoma humano. Para no hacer la historia demasiado larga, diremos que por primera vez se analizó toda la secuencia del ADN de un ser humano. Para poder realizar este trabajo, se desarrollaron tecnologías muy poderosas de reconocimiento de ADN; pensemos que se secuenciaron los 46 cromosomas humanos y que cada uno consta de entre 20 y 25 mil genes. Esta información es invaluable para el futuro de las ciencias, además de tener gran aplicación en el sector salud y áreas afines.
Una de las aplicaciones que ha tenido gran éxito económico ha sido el examen genético de ancestros. El servicio puede ser de dos tipos: “Y-DNA” (sólo aplicable a varones) para rastrear el lado paterno, o “mt-AND” para rastrear el lado materno. Estos dos analizan diferentes cromosomas y evidentemente el resultado es distinto. Los costos del “Y-ADN” oscilan alrededor de los 200 dólares y los del “mt-ADN” alrededor de 120 dólares, claro que se ofrecen paquetes de ambos exámenes por un precio especial.
Pero… ¿cómo funciona el examen? Bien, si usted decide tomar el examen, empresas como DNAancestryproject.com, DNA Print Genomics, Inc. y ancestry.com le mandarán a su hogar un “kit” con todo lo necesario. Usted se tomará una muestra del interior de la boca, y la regresará al laboratorio. Unas semanas después, usted recibirá un mapa del mundo indicando los orígenes más probables de sus genes, junto con los caminos más probables que han tomado hasta llegar a su ubicación actual. Además, podrá validar las relaciones familiares y, de ser afortunado, podrá encontrar primos perdidos que también se han practicado el examen. Incluso, si decide contratar los servicios de dnatribes.com sabrá a qué “tribu” pertenece de acuerdo a su ADN.
Sin embargo, ¿hasta dónde podemos confiar en esta información? Pues esta pregunta ha despertado polémica en la comunidad científica. Un artículo publicado el mes de octubre del 2007, en la revista Science, por la doctora Deborah A. Bolnick, cuestiona la confiabilidad de los exámenes y las actitudes de las personas frente a sus resultados.
Primero hay que entender cómo funcionan estos exámenes. Evidentemente no se analiza la totalidad del ADN, ni mucho menos; se analiza menos del 1% a través de ciertos segmentos predeterminados. Posteriormente se compara con la base de datos de otros individuos y se tiene una respuesta. Pero entre las consideraciones que suelen hacerse, está la de que hay cuatro grandes grupos raciales definidos y con mínima mezcla: indo-europeos, africanos, asiáticos del este y amerindios; lo cual para nosotros los mexicanos, que generalmente tenemos algo de amerindios y algo de indo-europeos nos representa resultados menos confiables.
El mencionado artículo también criticaba la postura de ciertas personas tras efectuarse el examen, pues los resultados han afectado de forma drástica su conducta. Ha habido quienes han incrementado su racismo y quienes han tenido problemas emocionales al no tener el resultado esperado. El examen ha sido especialmente popular entre las personas de raza negra en Estados Unidos, pues son quienes menos datos históricos tienen sobre su origen. Incluso ha sido relativamente común el caso del individuo que, al saber la comunidad africana en la que más probablemente tiene su origen, ha decidido apoyarla económicamente.
Pero las críticas en el artículo antes mencionado evidentemente no fueron muy bien recibidas por dichas compañías y el jefe de científicos de DNA Print Genomics Inc., el señor Tony Frudakis, respondió en la misma revista Science, en febrero de 2008. Frudakis aclara que su compañía emplea buena parte de sus recursos en explicar a sus clientes que la genética y la raza están imperfectamente relacionados con la geografía. De hecho, hasta donde sabemos ahora, cuando se mezcla el ADN para formar un nuevo individuo, el proceso es bastante probabilístico, lo cual siempre deja cierto margen de error para cuando se quieren recuperar los orígenes. Lo que el doctor Frudakis nos dice es que ellos no engañan a nadie, sólo muestran la información y el que se engaña es el cliente cuando confía demasiado en una prueba abiertamente no perfecta y que en teoría no debería tener implicaciones sociales.
A fin de cuentas los orígenes siempre serán un tema que nos intrigue a los seres humanos… aunque jamás sepamos a ciencia cierta de donde venimos, ni como llegamos aquí.