23.10.08

El Origen del Universo

La teoría más aceptada en la actualidad, con respecto al origen del universo, es la del Big Bang. Como alguna vez vimos en la prepa, o platicando con amigos, esta teoría dice en pocas palabras que al principio todo el universo estaba en un punto muy pequeño y que explotó. Bien, esta es una descripción simplista y sencilla, pero que tanto nos dice y que tanto entendemos realmente.

De acuerdo a la teoría fundamental más aceptada actualmente, la teoría de cuerdas, el universo está hecho de elementos indivisibles llamados cuerdas… de ahí el suspicaz nombre… En fin, estas cuerdas son más pequeñas que los átomos, los electrones son un ejemplo de cuerdas, pero los protones y neutrones se creen hechos de quarks, que son otros ejemplos de cuerdas. Pero entender estas cuerdas conceptualmente no es tan simple como parece. Absolutamente todo es cuerdas de acuerdo a esta teoría… y estas cuerdas no sólo son el espacio sino también son el tiempo. Así que “en el origen todo el tiempo y todo espacio estaba en un punto” Parece libro sagrado… pero no es, es la teoría científica más aceptada en la actualidad. En algún momento, este origen explotó y es lo que llamamos Big Bang. Esta explosión estiró estas cuerdas y el universo se expandió, en tiempo y espacio.



Ahora la pregunta es ¿qué tanto entendemos lo que pasó en ese momento? Bien, la respuesta es: muy poco. Sabemos que las leyes de la física como las conocemos ahora, no funcionaban igual; o tenían correcciones que no conocemos. Uno de los fundamentos de la física, que es más filosófico que nada es que: “Las leyes de la física son han sido las mismas siempre y en todo lugar” Así suponemos que si los rayos que nos llegan de una estrella son como los que saca el helio… la estrella es de helio. Pero en realidad es la primera asunción de algo que jamás hemos comprobado y jamás comprobaremos. Lo que sí tenemos certeza es que si planteamos que todo el universo estaba en el mismo lugar en un momento y lo dejamos “evolucionar” con las leyes de la física que usamos ahora, no llegamos al universo que conocemos. Algo está incompleto. Algunas de estas preguntas serán respondidas con el LHC, el acelerador del que hablamos antes. Pero no sabemos hasta que punto.



Por otro lado, la asunción de que hubo una gran explosión o un “Big Bang” no tiene fundamento conocido. Es decir, si todo estaba en ese lugar; ¿qué lo hizo explotar? Esta pregunta se parece mucho a una de las pruebas de la existencia de Dios que hacía Santo Tomás basado en Aristóteles. El primer movimiento en el universo, fue hecho por Dios. Y aquí volvemos a un punto muy filosófico. La ciencia no acepta respuestas como “porque Dios lo hizo” o “porque Dios lo quiso”, así que la labor de la ciencia es explicar estos fenómenos sin recurrir a estos axiomas. Sin embargo la complejidad del problema lo acerca a este tipo de respuestas.

Finalmente, en la ciencia no hay un consenso absoluto de que el Big Bang haya sido el origen del universo, sino más bien un estado intermedio. Hay respuestas que aseguran el universo siempre existió, sólo pasó por una nueva contracción y re expansión. Según este modelo, es como un universo palpitante entre máxima extensión y máxima compresión.

Varios modelos y varias teorías tienen cierta validez explicando el origen del universo, pero las asunciones hechas nos obligan a dejar la pregunta aún en el aire sin una respuesta contundente. Quizás el LHC nos aclare tanto las ideas que tengamos una solución muy aceptada. Quizás sólo nos deje más preguntas.

2.10.08

Algoritmos Genéticos

En el año de 1859, Charles Darwin publicó uno de los pilares de la ciencia moderna: “El origen de las especies”. Darwin escribió este libro tras un viaje alrededor del mundo; patrocinado por la corona inglesa y con fines totalmente científicos. En este trabajo describe las interacciones e interconexiones entre las especies. Pero es en las islas Galápagos, un territorio bastante aislado, donde tras analizar las variaciones en los animales que habitan las diferentes islas, concluye que han ido cambiando para adaptarse a su medio, también cambiante. Posteriormente extrapola estas conclusiones a la población de todo el planeta y nace la teoría evolutiva.



El ser humano, en muchas ocasiones, ha mejorado su tecnología inspirándose en diseños de la naturaleza; como los aviones y sus alas de pájaros, como los submarinos con sus vejigas flotatorias de peces, y la infinidad de materiales inspirados en tejidos naturales. Pero esto no se ha limitado a la tecnología “física”, los algoritmos evolutivos son formas de resolver problemas inspirados en la evolución, la forma de resolver problemas de optimización de la naturaleza. Un caso particular de estos algoritmos, el más popular, es el de los algoritmos genéticos.

Para tener un algoritmo genético, lo primero que necesitamos definir es el “dominio” y la “función de aptitud”. Por ejemplo, si tenemos el típico problema de las líneas aéreas y sus rutas; el dominio son las rutas posibles y los pasajeros que hay que llevar de un punto a otro; la función de aptitud es bajar los costos y transportar la mayor parte de pasajeros, o todos en un caso óptimo.
La solución del problema puede comenzar con las rutas actuales, o con rutas aleatorias. Ahora lo que hay que definir es ¿cómo cambiar las rutas?, ¿cómo evoluciona el sistema? Es aquí donde se tiene el más grande paralelismo con la genética de Darwin, las operaciones que se tienen son herencia (mantener ciertas rutas) y mutación (cambiar ciertas rutas). Ahora entra la función de aptitud, tomamos las rutas que más pasajeros transportan al menor costo; esta es la selección, como la selección natural de Darwin. Ahora entra la recombinación de los grupos de rutas que sobrevivieron y el proceso puede continuar indefinidamente. Pero en algún momento las soluciones que estemos encontrando serán lo suficientemente buenas para nuestro problema y las tomamos como resultado final.



Los algoritmos genéticos comenzaron a usarse en 1954 con los trabajos de Nils Aall Barricelli y poco a poco fueron más populares hasta llegar a su máximo en la década de los noventa, máximo que han mantenido. Actualmente su aplicación es muy diversa, va desde las finanzas y las ingenierías hasta la biología evolutiva y el control.