27.5.10

Empatía Entre Roedores


    Es difícil pensar que creaturas como los ratones y las ratas, sean capaces de desarrollar sentimientos de empatía. Y es que el primer problema que encontramos es que la empatía no está muy bien definida. Para estar hablando de la misma situación, definámosla como la capacidad de generar emociones al ver la situación de otro individuo. En primera instancia, parecería que es un fenómeno demasiado humano como para que los roedores lo presenten, quizás un perro o algún otro mamífero superior, pero ¿un ratón?
    El Dr. Daejong Jeon del Centro de Ciencias Neurológicas del Instituto Coreano de Ciencia y tecnología realizó un experimento para saber dos cosas, primero: si existe la empatía entre los ratones, y segundo: ¿qué papel tiene la amígdala cerebral en este fenómeno? Pues esta parte del cerebro es fundamental para la generación de emociones en los mamíferos, y nos podría decir algo sobre nosotros mismos.

    El experimento, que seguramente fue muy criticado por las asociaciones protectoras de animales, consistió en tener dos ratones en jaulas contiguas; al primero se le administraron choques eléctricos, mientras el segundo miraba. La reacción del segundo fue de evidente miedo, incluso se paralizó por momentos. Además, fue la misma reacción que mostró al día siguiente, con simplemente entrar a la jaula en donde había sido testigo. También fue muy interesante ver que la reacción era mayor cuando el ratón torturado era su hermano, o había sido su compañero de jaula por cierto tiempo. Esto nos respondió contundentemente la primera pregunta… los ratones sí tienen capacidad de sentir empatía.

    En la segunda parte del experimento, se usaron ciertos fármacos para bloquear el núcleo lateral de la amígdala cerebral en diferentes momentos del experimento. Como dije antes, la amígdala cerebral es fundamental para mostrar reacciones emocionales, por lo que se cree también fundamental para la empatía. En efecto, al estar bloqueada la amígdala, los ratones no mostraban empatía al ver a su compañero maltratado, y tampoco al día siguiente al regresar a la jaula. Sin embargo, un grupo de ratones primero tuvieron la experiencia en vivo, y después se les bloqueó la amígdala, lo cual no evitó que los ratones sintieran miedo al regresar a la jaula al día siguiente. Estos resultados son importantes e interesantes pues demuestra que, por lo menos en los ratones, la amígdala es básica para generar reacciones emocionales, pero no para recordarlas como se había argumentado en otras ocasiones.

     Al parecer, la empatía funciona de manera similar a los mecanismos de imitación, como hacen los changos, o como cuando aprendemos al imitar a otros individuos. De alguna forma, podríamos decir que los ratones sí pueden experimentar en cabeza ajena.

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